Nos encantó la villa, muy espaciosa, con barbacoa en el exterior, piscina muy bien y todas las comodidades dentro de la casa, lavavajillas, lavadora, wi-fi, etc. Zona muy tranquila y por supuesto, lo que más nos gustó, es que pudimos ir con nuestra perrita Rumba. Somos locales de la isla y seguro que repetiremos. El propietario, Gary, muy atento. Unos días de relax para desconectar del mundo.